sábado, 13 de marzo de 2010
domingo, 14 de febrero de 2010
El amor tiene historia.
Existen muchos mitos y leyendas acerca de esta celebración, se habla de un emperador romano llamado Claudio III que no creía en el amor, decía que los soldados enamorados y casados no eran eficientes, por lo que prohibió los casamientos; caso contrario a lo que pensaba un mártir cristiano llamado Valentino.
Él se dedicaba a casar en secreto parejas enamoradas, hecho que lamentablemente lo llevó a la muerte, ya que por no haber obedecido las ordenes del emperador fue sacrificado un día 14 de Febrero del año 270.
Posteriormente y en honor a este mártir, la celebración del Día de San Valentín se hace oficial en el año de 1969. recordando a este santo cada 14 de Febrero.
Por otro lado, esta aquella famosa leyenda de una pareja de jóvenes enamorados que fueron separados por su familia, y que como no podían verse tuvieron que demostrarse su amor a base de mensajes.
Ella encendía una lámpara que iluminaba su ventana y el como respuesta le dejaba una piedra, finalmente en una ocasión la señal no apareció y esperando afuera de la ventana de su amada, el joven muere de frío. A partir de entonces y recordando a esta pareja se celebra el 14 de Febrero como día de los enamorados.
El cupido o dios del amor también hace su aparición en esta fecha, y al igual que los personajes anteriores también tiene su historia.
Cupido sintió el amor en una joven princesa llamada Psique. Aquel pequeñito con su arco y flechas que al herir despertaban el amor, también tuvo que sufrir al no poder ver a los ojos a su amada por que ella era mortal y el viviría para la eternidad, pero los dioses se compadecieron de Psique y la hicieron inmortal para que así pudiera estar junto a su amado cupido.
El día de San Valentín como puedes darte cuenta, no es una celebración que salió de la nada; detrás de ese 14 de Febrero que celebramos cada año, hubo antes una historia de muerte y amor, afortunadamente hoy en día ya sólo es símbolo de alegría y festejo, una fecha propicia para dar, agradar y enamorar.
¡FELIZ DÍA DEL AMOR Y LA AMISTAD!
Historia de Cupido
Cupido es uno de los símbolos de San Valentín, se le conoce como un niño alado y armado con arco y flechas que son disparadas a dioses y humanos, provocando que se enamoren profundamente. En ocasiones lleva tambien los ojos vendados, para mostrar que el amor es ciego.
Su propia historia de amor aparece narrado en su forma más completa en la novela latina "El asno de oro" o "Las Metamorfosis" de Apuleyo (s. II d.C.).
En la antigua Grecia Cúpido era conocido como Eros, el hijo joven de Afrodita la diosa del amor, la belleza y la fertilidad. Para los romanos cupido es el dios del amor hijo de Venus y de Marte, dios de la guerra.
Cupido era ayudante de su madre Venus, dirigía la fuerza primordial del amor y la llevaba a los mortales. Era pícaro y carismático, pero a veces cruel con sus víctimas, ya que no tenía escrúpulos.
A la espalda llevaba dos clases de flechas: unas doradas con plumas de paloma que provocaban un amor instantáneo, y otras de plomo con plumas de búho que provocaban la indiferencia.
Consciente del poder que tenia, a veces rechazaba las peticiones de su madre y los demás dioses de interferir en el curso de la vida de algunos mortales asi que provocaba frecuentes problemas a los dioses.
Un día se enfadó con Apolo cuando éste bromeo sobre sus habilidades como arquero, asi que Cupido hizo que Apolo se enamorara de la ninfa Dafne y a ella le disparó una flecha con punta de plomo. Dafne rezó al dios río Peneo pidiendo ayuda y fue transformada en un árbol de laurel, que se consagró a Apolo.
Asi entre rebeldía y travesuras, Cupido cumplía con su cometido, al paso del tiempo Venus comenzó a preocuparse porque su hijo no crecía, asi que en busca de una respuesta se dirigió al Oráculo de Temis, quien le dijo: "El amor no puede crecer sin pasión".Venus no comprendió la respuesta hasta que nació su hijo Anteros, dios de la pasión. Cuando estaba junto a él, Cupido crecia y se transformaba en un hermoso jóven, pero cuando se separaban, volvia a ser un niño.
Por otro lado en la Tierra de los mortales vivía una princesa llamada Psique (Alma), que a pesar de ser tan bella no lograba encontrar marido pues los hombres que la idolatraban no se sentían dignos de ella.
Su padre intentó hallar a través del oráculo de Delfos un buen marido para Psique, pero éste predijo que ella encontraría el amor en un precipicio. El marido que le sería destinado, una serpiente alada, terrible y poderosa, llegaría hasta ella y la haría su esposa.
Venus celosa por la gran belleza de Psique le pidió a Cupido que la hiciera enamorarse locamente del hombre más feo, vil y despreciable del mundo. Enterada de que se encontraba en el borde del abismo, envió a su hijo a dispararle sus flechas pero este al verla, se enamoró profundamente de ella y creció hasta convertirse en un apuesto joven.
Contra los deseos de Venus, Cupido llevó a Psique por arte de magia a un castillo aislado y se casó con ella, teniendo la condición de los dioses que, como simple mortal, tenía prohibido mirarlo.
La princesa al sentirlo cerca y escuchar su dulce voz no sintió temor, estaba segura que no era un monstruo, sino el amante esposo que tanto tiempo había deseado. Él la visitaba todas las noches rogándole simpre que no viera su rostro.
Eran muy felices hasta que convencida por sus envidiosas hermanas, Psique rompió la prohibición impuesta por los dioses y miró a su marido.
Eso le valió el castigo de ser abandonada por Cupido, quien con tristeza se despidió diciéndole: "El Amor no puede vivir sin confianza". Expulsada del castillo, la arrepentida princesa recorrió el mundo en busca de su amado, superando una serie de desafíos cada vez más difíles y peligrosos impuestos por Venus.
Como última instrucción le dió una pequeña caja indicándole que la llevara al inframundo. Tenía que llevar un poco de belleza a Proserpina la esposa de Plutón. Se le advirtió también que por ningún motivo debia abrir la caja.
Psique se alistó para el viaje y durante el se enfrentó a varios peligros que fueron superados gracias a los consejos dados, sin embargo la curiosidad por abrir la caja la venció asi que lo hizo y al momento cayó en un profundo sueño que parecía la muerte.
Cupido al encontrarla, le retiró el sueño mortal de su cuerpo y lo puso de nuevo en la caja. Finalmente la perdonó al igual que a Venus.
Fue tanto lo que ella luchó que finalmente los dioses conmovidos por el amor de Psique hacia Cupido, la convirtieron en una diosa para que pudiera reunirse con su amado.
Felízmente Cupido y Psique: El Amor y el Alma, se unieron tras duras pruebas. De esta unión nació una hija llamada Voluptas cuyo nombre significa "Placer", de donde derivan palabras como voluptuosidad.
A partir de la historia de estos dos personajes el amor ha sido simbolizado por dos corazones atravesados por una flecha: la flecha de Cupido.
"El amor no mira con los ojos, sino con el espíritu:
por eso pintan ciego al alado Cupido".
Shakespeare
Shakespeare
lunes, 11 de enero de 2010
El Corazón más Hermoso
Un día un hombre joven se situó en el centro de un poblado y proclamó que él poseía el corazón más hermoso de toda la comarca.
Una gran multitud se congregó a su alrededor y todos admiraron y confirmaron que su corazón era perfecto, pues no se observaban en él ni máculas ni rasguños. Sí, coincidieron todos que era el corazón más hermoso que hubieran visto.
Al verse admirado el joven se sintió más orgulloso aún, y con mayor fervor aseguró poseer el corazón más hermoso de todo el vasto lugar.
De pronto un anciano se acercó y dijo: "¿Porqué dices eso, si tu corazón no es ni tan, aproximadamente, tan hermoso como el mío?
Sorprendidos la multitud y el joven miraron el corazón del viejo y vieron que, si bien latía vigorosamente, éste estaba cubierto de cicatrices y hasta había zonas donde faltaban trozos y éstos habían sido reemplazados por otros que no encastraban perfectamente en el lugar, pues se veían bordes y aristas irregulares en su derredor.
Es más, había lugares con huecos, donde faltaban trozos profundos.
La mirada de la gente se sobrecogió "¿Cómo puede él decir que su corazón es más hermoso?", pensaron ...
El joven contempló el corazón del anciano y al ver su estado desgarbado, se echó a reír. "Debes estar bromeando," dijo. "Compara tu corazón con el mío... el mío es perfecto. En cambio el tuyo es un conjunto de cicatrices y dolor."
"Es cierto," dijo el anciano, "tu corazón luce perfecto, pero yo jamás me involucraría contigo"...
Mira, cada cicatriz representa una persona a la cual entregué todo mi amor. Arranqué trozos de mi corazón para entregárselos a cada uno de aquellos que he amado.
Muchos a su vez, me han obsequiado un trozo del suyo, que he colocado en el lugar que quedó abierto. Como las piezas no eran iguales, quedaron los bordes por los cuales me alegro, porque al poseerlos me recuerdan el amor que hemos compartido."
"Hubo oportunidades, en las cuales entregué un trozo de mi corazón a alguien, pero esa persona no me ofreció un poco del suyo a cambio. De ahí quedaron los huecos.
Dar amor es arriesgar, pero a pesar del dolor que esas heridas me producen al haber quedado abiertas, me recuerdan que los sigo amando y alimentan la esperanza, que algún día, quizás, regresen y llenen el vacío que han dejado en mi corazón."
¿Comprendes ahora lo que es verdaderamente hermoso?"
El joven permaneció en silencio, lágrimas corrían por sus mejillas.
Se acercó al anciano, arrancó un trozo de su hermoso y joven corazón y se lo ofreció.
El anciano lo recibió y lo colocó en su corazón, luego a su vez arrancó un trozo del suyo ya viejo y maltrecho y con él tapó la herida abierta del joven.
La pieza se amoldó, pero no a la perfección. Al no haber sido idénticos los trozos, se notaban los bordes.
El joven miró su corazón que ya no era perfecto, pero lucía mucho más hermoso que antes, porque el amor del anciano fluía en su interior.
¡Desde aquí puedo ver lo hermoso que es tu corazón!
¡Que tengas un lindo día! El más hermoso!!!
Recibe un pedazo de mi corazón...
Anónimo
Los tres consejos.
Una pareja de recién casados, era muy pobre y vivía de los favores de un pueblito del interior. Un día el marido le hizo la siguiente propuesta a su esposa: Querida, yo voy a salir de la casa, voy a viajar bien lejos, buscar un empleo y trabajar hasta tener condiciones para regresar y darte una vida más cómoda y digna. No sé cuanto tiempo voy a estar lejos, solo te pido una cosa: Que me esperes y mientras yo esté lejos, “me seas fiel, pues yo te seré fiel a ti”.
Así, siendo joven aún, caminó muchos días, hasta encontrar un hacendado que estaba necesitando de alguien para ayudarlo en su hacienda. El joven llegó y se ofreció para trabajar y fue aceptado. Pidió hacer un trato con su jefe, el cual fue aceptado también. El pacto fue el siguiente: “Déjeme trabajar por el tiempo que yo quiera y cuando yo encuentre que debo irme, el señor me libera de mis obligaciones. Yo no quiero recibir mi salario. Le pido al señor que lo coloque en una cuenta de ahorro hasta el día en que me vaya. El día que yo salga usted me dará el dinero que haya ganado”.
Estando ambos de acuerdo, aquel joven trabajó durante 20 años, sin vacaciones y sin descanso. Después de veinte años se acercó a su patrón y le dijo: “patrón, ya quiero mi dinero, pues quiero regresar a mi casa.” El patrón le respondió: “Muy bien, hicimos un pacto y voy a cumplirlo, solo que antes quiero hacerte una propuesta, ¿está bien? Yo te doy tu dinero y tú te vas, o te doy tres consejos y no te doy el dinero y te vas. Si yo te doy el dinero, no te doy los consejos y viceversa. Vete a tu cuarto, piénsalo y después me das la respuesta”
Él pensó durante dos días, buscó al patrón y le dijo: “Quiero los tres consejos”
El patrón le recordó: “Si te doy los consejos, no te doy el dinero” Y el empleado respondió:”Quiero los consejos”… El patrón entonces le aconsejó:
1. Nunca tomes atajos en tu vida. Caminos más cortos y desconocidos te pueden costar la vida.
2. Nunca seas curioso de aquello que represente el mal, pues la curiosidad por el mal puede ser fatal.
3. Nunca tomes decisiones en momentos de odio y dolor, pues puedes arrepentirte demasiado tarde.
Después de darle los consejos, el patrón le dijo al joven, que ya no era tan joven, así:
”Aquí tienes tres panes, dos para comer durante el viaje y el tercero es para comer con tu esposa cuando llegues a tu casa”. El hombre entonces, siguió su camino de vuelta, de veinte años lejos de su casa y de su esposa que él tanto amaba.
Después del primer día de viaje, encontró una persona que lo saludó y le preguntó: “¿Para donde vas?” Él le respondió: “Voy para un camino muy distante que queda a más de veinte días de caminata por esta carretera”. La persona le dijo entonces: “Joven, este camino es muy largo, yo conozco un atajo con el cual llegarás en pocos días” el joven contento, comenzó a caminar por el atajo, cuando se acordó del primer consejo, entonces volvió a seguir por el camino normal. Días después supo que el atajo llevaba a una emboscada…
Después de algunos días de viaje, y cansado al extremo, encontró una pensión a la vera de la carretera, donde poder hospedarse. Pagó la tarifa por día y después de tomar un baño se acostó a dormir. De madrugada se levantó asustado con un grito aterrador.
Se levantó de un salto y se dirigió hasta la puerta para ir a donde escuchó el grito.
Cuando estaba abriendo la puerta, se acordó del segundo consejo. Regresó y se acostó a dormir. Al amanecer, después de tomar café, el dueño de la posada le preguntó si no había escuchado el grito y le contestó que sí lo había escuchado. El dueño de la posada le preguntó: ¿Y no sintió curiosidad? Él le contesto que no. A lo que el dueño les respondió:
”Usted es el primer huésped que sale vivo de aquí, pues mi único hijo tiene crisis de locura, grita durante la noche y cuando el huésped sale, lo mata y lo entierra en el quintal”.
El joven siguió su larga jornada, ansioso por llegar a su casa. Después de muchos días y noches de caminata, ya al atardecer, vio entre los árboles humo saliendo de la chimenea de su pequeña casa, camino y vio entre los arbustos la silueta de su esposa. Estaba anocheciendo, pero alcanzó a ver que ella no estaba sola.
Anduvo un poco más y vio que ella tenía en sus piernas, un hombre al que estaba acariciando los cabellos. Cuando vio aquella escena, su corazón se llenó de odio y amargura y decidió correr al encuentro de los dos y matarlos sin piedad.
Respiró profundo y apresuró sus pasos, cuando recordó el tercer consejo. Entonces se paró y reflexionó, decidió dormir ahí mismo aquella noche y al día siguiente tomar una decisión. Al amanecer ya con la cabeza fría, él dijo:
“No voy a matar a mi esposa,
volveré con mi patrón y le pediré que me acepte de vuelta. Solo que antes, quiero decirle a mi esposa que siempre le fui fiel a ella”.
Se dirigió a la puerta de la casa y tocó… Cuando la esposa le abre la puerta y lo reconoce, se cuelga de su cuello y lo abraza afectuosamente. El trató de quitársela de arriba, pero no lo consiguió. Entonces con lágrimas en los ojos le dijo: “Yo te fui fiel y tú me traicionaste. Ella espantada le responde: “¿Cómo? Yo nunca te traicioné, te esperé durante veinte años”. Él entonces le preguntó: “¿Y quién era ese hombre que acariciabas ayer por la tarde?” Y ella le contestó: “Aquel hombre es nuestro hijo”.
Cuando te fuiste, descubrí que estaba embarazada. Hoy tiene veinte años de edad. Entonces el marido entró, abrazó a su hijo y les contó toda su historia, en cuanto su esposa preparaba la cena. Se sentaron juntos a comer el último pan.
Después de la oración de agradecimiento, con lágrimas de emoción, él partió el pan y al abrirlo, se encontró todo su dinero, el pago de sus veinte años de dedicación.
Muchas veces creemos que los atajos “quemar etapas” nos ayudan a llegar más rápido, lo que no siempre es verdad...
Muchas veces somos curiosos, queremos saber de cosas que ni nos dan respeto y no nos traen nada de bueno...
Otras veces reaccionamos movidos por el impulso, en momentos de rabia, y después falta y tardíamente nos arrepentimos...
Espero que tú, así como yo, no te olvides de estos consejos, no te olvides también de confiar (aunque tengas muchos motivos para desconfiar).
Así, siendo joven aún, caminó muchos días, hasta encontrar un hacendado que estaba necesitando de alguien para ayudarlo en su hacienda. El joven llegó y se ofreció para trabajar y fue aceptado. Pidió hacer un trato con su jefe, el cual fue aceptado también. El pacto fue el siguiente: “Déjeme trabajar por el tiempo que yo quiera y cuando yo encuentre que debo irme, el señor me libera de mis obligaciones. Yo no quiero recibir mi salario. Le pido al señor que lo coloque en una cuenta de ahorro hasta el día en que me vaya. El día que yo salga usted me dará el dinero que haya ganado”.
Estando ambos de acuerdo, aquel joven trabajó durante 20 años, sin vacaciones y sin descanso. Después de veinte años se acercó a su patrón y le dijo: “patrón, ya quiero mi dinero, pues quiero regresar a mi casa.” El patrón le respondió: “Muy bien, hicimos un pacto y voy a cumplirlo, solo que antes quiero hacerte una propuesta, ¿está bien? Yo te doy tu dinero y tú te vas, o te doy tres consejos y no te doy el dinero y te vas. Si yo te doy el dinero, no te doy los consejos y viceversa. Vete a tu cuarto, piénsalo y después me das la respuesta”
Él pensó durante dos días, buscó al patrón y le dijo: “Quiero los tres consejos”
El patrón le recordó: “Si te doy los consejos, no te doy el dinero” Y el empleado respondió:”Quiero los consejos”… El patrón entonces le aconsejó:
1. Nunca tomes atajos en tu vida. Caminos más cortos y desconocidos te pueden costar la vida.
2. Nunca seas curioso de aquello que represente el mal, pues la curiosidad por el mal puede ser fatal.
3. Nunca tomes decisiones en momentos de odio y dolor, pues puedes arrepentirte demasiado tarde.
Después de darle los consejos, el patrón le dijo al joven, que ya no era tan joven, así:
”Aquí tienes tres panes, dos para comer durante el viaje y el tercero es para comer con tu esposa cuando llegues a tu casa”. El hombre entonces, siguió su camino de vuelta, de veinte años lejos de su casa y de su esposa que él tanto amaba.
Después del primer día de viaje, encontró una persona que lo saludó y le preguntó: “¿Para donde vas?” Él le respondió: “Voy para un camino muy distante que queda a más de veinte días de caminata por esta carretera”. La persona le dijo entonces: “Joven, este camino es muy largo, yo conozco un atajo con el cual llegarás en pocos días” el joven contento, comenzó a caminar por el atajo, cuando se acordó del primer consejo, entonces volvió a seguir por el camino normal. Días después supo que el atajo llevaba a una emboscada…
Después de algunos días de viaje, y cansado al extremo, encontró una pensión a la vera de la carretera, donde poder hospedarse. Pagó la tarifa por día y después de tomar un baño se acostó a dormir. De madrugada se levantó asustado con un grito aterrador.
Se levantó de un salto y se dirigió hasta la puerta para ir a donde escuchó el grito.
Cuando estaba abriendo la puerta, se acordó del segundo consejo. Regresó y se acostó a dormir. Al amanecer, después de tomar café, el dueño de la posada le preguntó si no había escuchado el grito y le contestó que sí lo había escuchado. El dueño de la posada le preguntó: ¿Y no sintió curiosidad? Él le contesto que no. A lo que el dueño les respondió:
”Usted es el primer huésped que sale vivo de aquí, pues mi único hijo tiene crisis de locura, grita durante la noche y cuando el huésped sale, lo mata y lo entierra en el quintal”.
El joven siguió su larga jornada, ansioso por llegar a su casa. Después de muchos días y noches de caminata, ya al atardecer, vio entre los árboles humo saliendo de la chimenea de su pequeña casa, camino y vio entre los arbustos la silueta de su esposa. Estaba anocheciendo, pero alcanzó a ver que ella no estaba sola.
Anduvo un poco más y vio que ella tenía en sus piernas, un hombre al que estaba acariciando los cabellos. Cuando vio aquella escena, su corazón se llenó de odio y amargura y decidió correr al encuentro de los dos y matarlos sin piedad.
Respiró profundo y apresuró sus pasos, cuando recordó el tercer consejo. Entonces se paró y reflexionó, decidió dormir ahí mismo aquella noche y al día siguiente tomar una decisión. Al amanecer ya con la cabeza fría, él dijo:
“No voy a matar a mi esposa,
volveré con mi patrón y le pediré que me acepte de vuelta. Solo que antes, quiero decirle a mi esposa que siempre le fui fiel a ella”.
Se dirigió a la puerta de la casa y tocó… Cuando la esposa le abre la puerta y lo reconoce, se cuelga de su cuello y lo abraza afectuosamente. El trató de quitársela de arriba, pero no lo consiguió. Entonces con lágrimas en los ojos le dijo: “Yo te fui fiel y tú me traicionaste. Ella espantada le responde: “¿Cómo? Yo nunca te traicioné, te esperé durante veinte años”. Él entonces le preguntó: “¿Y quién era ese hombre que acariciabas ayer por la tarde?” Y ella le contestó: “Aquel hombre es nuestro hijo”.
Cuando te fuiste, descubrí que estaba embarazada. Hoy tiene veinte años de edad. Entonces el marido entró, abrazó a su hijo y les contó toda su historia, en cuanto su esposa preparaba la cena. Se sentaron juntos a comer el último pan.
Después de la oración de agradecimiento, con lágrimas de emoción, él partió el pan y al abrirlo, se encontró todo su dinero, el pago de sus veinte años de dedicación.
Muchas veces creemos que los atajos “quemar etapas” nos ayudan a llegar más rápido, lo que no siempre es verdad...
Muchas veces somos curiosos, queremos saber de cosas que ni nos dan respeto y no nos traen nada de bueno...
Otras veces reaccionamos movidos por el impulso, en momentos de rabia, y después falta y tardíamente nos arrepentimos...
Espero que tú, así como yo, no te olvides de estos consejos, no te olvides también de confiar (aunque tengas muchos motivos para desconfiar).
El Tesoro
Era un día cualquiera cuando un pobre labrador escuchó un ruido bajo la rueda del arado; desconcertado miró y descubrió un tronco lleno de monedas de oro. Toda una fortuna para él. El hombre arrastró el tronco hasta su rancho y lo enterró profundamente en su jardín.
Pasaron los días y no sabía qué debía hacer con toda esa fortuna. Imaginó todo lo que podría comprar y decidió dejarlo enterrado durante un tiempo prudencial y usarlo poco a poco. Con ese tesoro, cualquier cosa podía resolverse y por fin tenía una seguridad ante cualquier imprevisto, calamidad o dura temporada.
Pero contar con ese tesoro, no sólo le dio seguridad, también cambió el carácter de nuestro hombre, que empezó a mostrarse relajado y de ser una persona gruñona y taciturna, pasó a ser un hombre chispeante y agradable. Su temor e intolerancia dejaron paso a la confianza, la fe y la compasión. De hecho, empezó a ver la vida como una experiencia hermosa y feliz, sabiendo que, aunque lleguen cosas duras, sería capaz de hacerles frente.
Toda la vida de este hombre, dio un giro radical para su propio bien y el de su familia, amigos y allegados, llegando incluso a transformar el estado de la comarca, pues al volverse un hombre esforzado, positivo e influyente, su marco de acción se engrandeció sustancialmente, tanto que la abundancia y la prosperidad caracteriza ahora su vida.
Y así pasaron los años, hasta que le llegó el tiempo de partir. Antes de expirar, reunió a sus hijos y les reveló su increíble y bien guardado secreto. Después de eso, ya podía morir en paz.
Al día siguiente, muy temprano, sus hijos cavaron afanosamente en el lugar indicado, y encontraron el tronco. Pero, para sorpresa de todos, estaba totalmente vacío. Lo que nadie nunca supo, es que las monedas habían sido robadas por unos aventureros desde hacía más de 10 años.
¿Cuál es el verdadero tesoro? No fue el hecho de SER rico lo que dio seguridad y felicidad a nuestro héroe, sino más bien el PENSAMIENTO de que tal riqueza existía y que estaba a su disposición, lo que despertó una nueva actitud en él.
Esta historia nos da una perspectiva acerca del poder que tienen nuestros pensamientos.
Cuando tengamos la sensación de que somos desgraciados, rechazados, olvidados, no merecedores de algo, o decididamente malvados, pensemos si no estamos otorgando un poder especial a nuestros pensamientos.
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